Cine Archivo publica estos días tres comentarios míos dedicados a otras tantas películas de notorio interés firmadas por cineastas que a estas alturas no necesitan presentación alguna: Orson Welles, Alfred Hitchcock y Anthony Mann.
El primer film es The Stranger (1946), el cual forma parte de un dossier que Cine Archivo dedica a Orson Welles, cuyo comentario publiqué hace casi cuatro años atrás en Dirigido por…: “film inédito en cines españoles pero emitido por televisión y editado en DVD como “El extraño”, fue, nunca mejor dicho, un extraño pero feliz accidente en la carrera de Orson Welles. Supuso una tabla de salvamento en un momento crucial de su carrera como realizador, dado que acababa de ser despedido de la productora RKO por culpa de los numerosos problemas de producción generados por su anterior e inacabada película “It's All Trae” (1941-42), de ahí que este film acabara siendo su tercer largometraje completado como director, después de su celebrado debut con “Ciudadano Kane” (1941) y de haber fracasado en taquilla con su bellísima “El cuarto mandamiento” (1942). Con “The Stranger”, una producción de Sam Spiegel (aquí acreditado como S.P. Eagle) para International Pictures Inc., distribuida por RKO en el momento de su estreno, Welles se había propuesto demostrar a Hollywood que era capaz de hacer buen cine comercial”.
La segunda película a la que me refiero es Downhill (1927), uno de los primeros trabajos de Alfred Hitchcock, todavía inscrito en el período silente, con motivo de su reciente edición en formato doméstico con el título de Declive: “film inédito en España —de ahí que en la mayoría de fuentes figure por su título original inglés, “Downhill”—, fue el quinto largometraje dirigido por Alfred Hitchcock y el cuarto que le produjo el luego afamado jefe de los Estudios Ealing Michael Balcon; los otros cuatro fueron “The Pleasure Garden” (1925) —su debut—, “El águila de la montaña” (1926), “El enemigo de las rubias” (1927) y “Easy Virtud” (1928). Fue, asimismo, la segunda de sus dos películas protagonizadas por Ivor Novello después de “El enemigo de las rubias””.
Finalmente, Cine Archivo recupera un comentario mío del extraordinario western de Anthony Mann Hombre del Oeste (Man of the West, 1958), con motivo asimismo de su edición en formatos domésticos: “dentro de la brillante serie de “westerns” realizada por Anthony Mann durante la década de los cincuenta, “Hombre del Oeste” supone, probablemente, la culminación de una de las mayores especialidades del cineasta: su talento para conjugar dentro de una misma secuencia, a veces incluso dentro de un mismo plano, gestos y miradas de los personajes que remiten significativamente a hechos del pasado de los mismos”.
Cine Archivo:
Especial Orson Welles (1941-1973):
Un nazi en la “América Profunda”: The Stranger (1946):
Declive/ Downhill (1927):
Hombre del Oeste (1958):